El presidente Javier Milei lideró este lunes una nueva ceremonia de ascenso para oficiales superiores de las Fuerzas de Seguridad federales, en un evento realizado en el Salón Blanco de Casa Rosada que reunió a autoridades de la Prefectura Naval Argentina, Policía Federal, Gendarmería Nacional, Policía de Seguridad Aeroportuaria y el Servicio Penitenciario Federal.

La actividad no solo marcó un reconocimiento institucional a los efectivos ascendidos, sino que también tuvo un condimento político clave: fue la primera aparición oficial de Alejandra Monteoliva como futura ministra de Seguridad, luego de la renuncia de Patricia Bullrich.

Monteoliva debuta en un rol central

Monteoliva, de amplia trayectoria técnica y cercana al equipo que acompañó a Bullrich en los últimos años, participó activamente del acto que representa su antesala formal al cargo. Está previsto que jure como ministra este martes en Casa Rosada, en reemplazo de Bullrich, quien dejó su puesto para asumir una banca en el Senado por La Libertad Avanza.

La exministra formalizó su salida con una carta presentada el 1° de diciembre, en la que destacó el trabajo realizado durante su gestión y remarcó que se va “habiendo cumplido el mandato de proteger a los argentinos y fortalecer a las fuerzas”.

Un ministerio que mantiene su línea

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La designación de Monteoliva fue recomendada por la propia Bullrich, lo que confirma una continuidad estratégica dentro del Ministerio de Seguridad. El Gobierno busca sostener el enfoque de mando unificado y operatividad que caracterizó la gestión saliente, en un escenario donde las fuerzas federales mantienen un protagonismo importante en la agenda pública.

Con su llegada, Monteoliva asume el desafío de consolidar políticas y coordinar fuerzas en un momento de alta demanda de presencia estatal y definiciones claras en materia de seguridad nacional.