Más de 30 partidos políticos se unieron para conformar el Frente Renovador de la Concordia de cara a las elecciones legislativas del 8 de junio en Misiones, demostrando un crecimiento y una apertura política, social e ideológica que ningún otro espacio del país puede imitar.
La representatividad del oficialismo misionero se refleja en sus componentes que no dejan de llegar de todas las vertientes y de todas las actividades económicas, industriales, empresariales, agropecuarias, profesionales, estudiantes y trabajadores.
La Renovación Neo desde hace años es el espacio preferido de los misioneros porque se sienten cerca, se sienten escuchados y se sienten contenidos, con dirigentes que caminan las picadas, los barrios, las ciudades, y se comprometen cada día en solucionar demandas y necesidades.
El ciudadano devuelve ese compromiso cada dos años en las urnas y luego exige, como debe ser, que no haya desvíos. Es por eso que también la Renovación ofrece un recambio permanente, una incorporación permanente de nuevas figuras con nuevas ideas, nuevas energías y un norte que marca el camino definido: defender el interés de los misioneros, por encima de cualquier otra cuestión.
Para este escenario electoral que se acerca, los amplios sectores del peronismo, que no podrán participar con el sello institucional del PJ, se han abroquelado en otros espacios políticos de raíz peronista como el partido Unir y el Partido por la Reconstrucción de la Justicia Social y otros, para trabajar bajo el paraguas del Frente Renovador, en repudio y rechazo a la intervención caprichosa y dictatorial, totalmente contraria a la voluntad de los compañeros.
Lo peor de la vida de los partidos políticos es la intervención, es volver a la dictadura, un método alejado del debate, del protagonismo que hoy tiene el partido dentro del Frente Renovador de la Concordia, generando una alternativa para los compañeros, plausible para crecimiento de la provincia y no para el dictado de Buenos Aires. Todas las intervenciones a lo largo de la historia significaron la muerte del partido, no así la doctrina que está viva en los integrantes que hoy orgullosos formamos parte de este Frente, y donde tienen un diputado nacional y una provincial.
Hay numerosos radicales decepcionados con el rumbo perdido de su partido, que también tomaron la decisión de apostar a la construcción y dejar de poner palos en la rueda. Nuevos sectores en Posadas y el interior se han sumado al gran paraguas de la renovación, donde ven que pueden crecer políticamente y desarrollar sus capacidades, a diferencia de sus viejos partidos donde reinan los mismos apellidos de siempre, que se reparten los primeros cargos cada vez que hay elecciones. Por eso han derivado en partidos cada vez más chicos y alejados de la ciudadanía.
Como ya se sabe, también hay grandes y numerosos grupos libertarios que han apostado por defender las ideas de la libertad desde adentro, entendiendo que hay coincidencias entre algunos puntos que promueve el presidente y el programa que impulsa Misiones, como el déficit cero, el equilibrio fiscal y el Estado chiquito que genera mucha devolución en servicios y ayuda a la economía a crecer y derramar hacia todos. Esos partidos de raíz liberal forman parte de los más de 30 que se unieron para defender el modelo provincialista de los proyectos foráneos que no tienen plan provincial, sino que obedecen a patrones de afuera.
La oposición se dispersa cada vez más, lo que era Cambiemos se partió, quedando solamente un residual chiquito y alejado de la gente, donde se observan permanentes renuncias y alejamiento u donde reinan actitudes de individualismo, mezquindad, falta de compromiso.
Por el escándalo de la pedofilia, los socios políticos dieron de baja Juntos por el Cambio, cambiando de nombre y dejando afuera al partido de Pedro Puerta, salpicado por la causa judicial y el juico que comenzará en breve.
El frente de organizaciones sociales y K también se disolvió, yendo el partido Solidario, por un lado, el espacio de los piqueteros en TTT, el Agrario como tercera vía y un rejuntado de sellos con escasos votos como la cuarta pata, todos divididos.
En definitiva, lo que se observa es una obscena dispersión de partiditos sin planes de gobierno ni relación con la gente.