El Gobierno argentino confirmó que extremará las medidas de seguridad en las fronteras tras la escalada de violencia registrada en Río de Janeiro, Brasil. La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, anunció que se declarará una “alerta máxima” para reforzar los controles en los pasos fronterizos, especialmente en la zona de la Triple Frontera y el puente Tancredo Neves.
“Voy a disponer una alerta máxima en las fronteras para que no pueda haber ningún tipo de cruce o pase de aquellos que se estén moviendo desde la zona del conflicto en Río”, explicó Bullrich, quien dejará su cargo el próximo 10 de diciembre para asumir como senadora por la Ciudad de Buenos Aires.
El anuncio llega tras el megaoperativo policial en los complejos de favelas de Alemão y Penha, donde fuerzas brasileñas ejecutaron más de 100 órdenes de detención contra miembros del Comando Vermelho, el principal grupo criminal de Río de Janeiro.
El operativo derivó en al menos 120 muertos, entre ellos cuatro agentes de seguridad, según confirmó la Defensoría Pública regional. El enfrentamiento incluyó el uso de drones, explosivos y armamento pesado.
Bullrich aclaró que la medida implica “mirar con cuatro ojos a todos los brasileños que ingresen”, aunque remarcó que no se busca “confundir turistas”, sino reforzar los controles sobre posibles movimientos vinculados al crimen organizado.
Por su parte, el embajador argentino en Brasil, Daniel Raimondi, llevó tranquilidad al confirmar que “no hay argentinos involucrados” en los hechos de violencia registrados en Río.