Cada 21 de noviembre, Argentina rinde homenaje a las enfermeras y enfermeros del país, profesionales que cumplen un rol clave dentro del sistema de salud y que, muchas veces, son el primer y último contacto que tienen los pacientes en situaciones críticas. La fecha invita a poner en valor su vocación, su compromiso y el aporte cotidiano que realizan tanto en hospitales y clínicas como en centros de atención primaria y hogares.
La labor de la enfermería abarca mucho más que la aplicación de tratamientos o la asistencia en procedimientos médicos. También implica acompañamiento emocional, promoción de hábitos saludables, prevención de enfermedades y un vínculo de cercanía que resulta fundamental para miles de familias. Su presencia es parte estructural de cualquier servicio de salud y su trabajo sostiene, en buena medida, el funcionamiento de todo el sistema.
Por qué se celebra el 21 de noviembre
El Día Nacional de la Enfermería tiene dos fundamentos. Por un lado, recuerda la creación, en 1935, de la Federación de Asociaciones de Profesionales Católicos de Enfermería, una organización que impulsó la formalización, capacitación y visibilización de la profesión en el país.
Por otro lado, la fecha coincide con la festividad de Nuestra Señora de los Remedios, considerada patrona de quienes ejercen esta tarea en Argentina. Este componente simbólico resalta la dimensión humana y espiritual del acto de cuidar, un rasgo que históricamente ha distinguido a la enfermería.
Un reconocimiento que se replica en el mundo
A nivel global, la enfermería es celebrada cada 12 de mayo, en honor al nacimiento de Florence Nightingale, figura central en la profesionalización de la disciplina. Su legado marcó un antes y un después en la higiene hospitalaria, la organización sanitaria y la formación de nuevos profesionales.
Ambas fechas, la nacional y la internacional, convergen en un mismo mensaje: la urgencia de valorar el trabajo del personal de enfermería y de generar mejores condiciones laborales para una de las áreas más esenciales dentro de la salud pública.
Un agradecimiento necesario
En un contexto donde la demanda sanitaria es cada vez más exigente, este 21 de noviembre se presenta como una oportunidad para reconocer el esfuerzo diario de las enfermeras y los enfermeros de todo el país. Su dedicación, muchas veces silenciosa, sostiene el bienestar y la seguridad de miles de personas, convirtiéndolos en protagonistas indispensables del cuidado integral.