"Misiones: Un Modelo de Gestión Responsable en Tiempos de Incertidumbre"

- Opinión

"Misiones: Un Modelo de Gestión Responsable en Tiempos de Incertidumbre"
"Misiones: Un Modelo de Gestión Responsable en Tiempos de Incertidumbre"

En un país sacudido por la incertidumbre económica y social, Misiones aparece como un faro de previsibilidad y gestión responsable. En la previa de las elecciones del 8 de junio, la certeza que brinda el modelo de la Renovación se ha convertido en un valor incalculable para miles de misioneros que buscan en su voto algo más que bronca o improvisación: buscan futuro.

Mientras a nivel nacional se ensaya un ajuste brutal que recorta áreas sensibles como la salud y la educación, en Misiones se consolida un modelo de Estado presente, que entiende con precisión quirúrgica las demandas del momento. La polémica por los recortes pretendidos en el Hospital Garrahan expone el rostro más cruel de la política nacional: el desmantelamiento de los derechos básicos. En contraste, en Misiones se invierte en un robot cirujano de última generación para el Hospital Madariaga, se adquiere equipamiento como el PET para diagnóstico oncológico, se modernizan laboratorios, se fortalece la medicina infantil, la atención a la discapacidad y las políticas de género.

La diferencia no es casual: mientras algunos confunden déficit cero con ajuste salvaje, Misiones apuesta a una administración ordenada, con equilibrio fiscal, pero sin abandonar su compromiso social. La educación es otro ejemplo. Mientras otras provincias discuten cierres y achiques, aquí florecen iniciativas de vanguardia como la Escuela Secundaria de Innovación, la apuesta por la robótica educativa, Silicon Misiones como polo de desarrollo tecnológico, y programas para sostener al pequeño productor agropecuario en tiempos de crisis.

La política económica nacional puede contar todavía con una cuota de apoyo social para un presidente que promete “poner en orden” las cuentas. Pero en las provincias, en el día a día, los misioneros saben que una cosa es la épica del ajuste y otra muy distinta es la vida real. Por eso las propuestas libertarias no prenden en Misiones: aquí la gente quiere equilibrio fiscal, sí, pero no a costa de su salud, su educación, su bienestar.

En ese contexto, la Renovación aparece como la opción más sólida y creíble. Porque no vende espejitos de colores ni siembra odio. Porque no propone un salto al vacío ni vive del “no” constante. Porque entiende que gobernar es, antes que nada, resolver problemas concretos y mejorar la vida de la gente.

La oposición en Misiones, en cambio, llega a estas elecciones con las manos vacías. No hubo propuestas, no hubo presencia en el territorio, no hubo escucha. Solo críticas vacías y campañas digitales repletas de odio y negación. Los mismos que en 2023 cosecharon votos por el simple desgaste de un ciclo largo ahora enfrentan la decepción de quienes creyeron que podían ofrecer algo más que slogans.

Un caso testigo es el de los productores yerbateros que apoyaron a la oposición y hoy se sienten traicionados: los diputados que prometieron defender al sector no levantaron la voz ante la crisis yerbatera que se desató tras la desregulación salvaje del INYM. Algunos radicales disfrazados de libertarios, como Martín Arjol, prefirieron callar para no incomodar al poder central, dejando a los colonos librados a su suerte.

La reciente visita de Karina Milei a Oberá fue una postal de ese desencanto. Por primera vez desde que su hermano es presidente, la secretaria general de la Presidencia recibió repudios públicos en tierra misionera. No fue una reacción partidaria ni un acto organizado: fue el hartazgo de quienes ven que, en dos años, no llegó ni una sola solución concreta a Misiones. Solo discursos vacíos y crispación. El candidato que respalda, Diego Hartfield, tampoco despega en las encuestas.

Mientras tanto, Misiones sigue apostando por un modelo que combina prudencia fiscal con inversión social. Que privilegia la innovación sin descuidar a los más vulnerables. Que construye futuro sin marketing ni eslóganes vacíos.

El 8 de junio, los misioneros tendrán una vez más la oportunidad de elegir entre el camino seguro de la Renovación o el salto al vacío que ofrecen quienes solo saben criticar. Y en tiempos de incertidumbre, la certeza no tiene precio.

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